Párrafo del libro Delirum (uno de los mejores jamás leídos por mi)
"Lo mas extraño de la vida es que sigue su traqueteo, ciega e ignorante, incluso cuando tu mundo privado, la pequeña esfera que te has forjado, se retuerce y deforma hasta que llega a explotar. Un día tienen un lugar y un camino. Al siguiente estas perdida en una selva.
Y sin embargo el sol sigue saliendo, las nubes se juntan y van a la deriva y la gente compra comida. Las persianas suben y bajan y se tira de la cadena. Es entonces cuando te das cuenta de que casi todo, la vida, el incesante mecanismo de existir, no tiene que ver contigo. No te incluye en absoluto. Va a empujarte hacia adelante incluso después de hayas saltado mas allá. Incluso despumes de que hayas muerto".
Increible ¿verdad?. Una sensación frustrante que me acompañaba día y noche era sentir que la vida seguía sin mi. Era como si todos los demás, la gente de mi alrededor avanzara y yo siguiera en el mismo sitio intentando descifrar el laberinto interior que anteriormente fue un camino bien señalado. Y era realmente horrible ver como la vida, no solo no se detiene, si no que habia veces en las que iba demasiado deprisa. "Nunca la alcanzare" me repetía sin saber lo equivocada que estaba. No tienes que alcanzar a la vida, porque tu ya estas dentro de ella. Puede que no avances, o que te empuje y te tire, pero no tienes que correr por ganarla y ponerte el primero, solamente tienes que andar. De pequeños nos enseñan a caminar. Un pie tras otro. De mayor nos enseñan (mas bien nos enseñamos a nosotros mismos) que detrás de un pensamiento va otro, y que ese otro puede estar equivocado, pero que igual que te caías de pequeño ahora también y no pasa nada. Las heridas que nos hagamos aprendiendo a andar, pueden dejarnos cicatriz, pero las cicatrices son mapas de nuestra experiencia. Heridas de guerra. Heridas de la vida.
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